IPL “Luz Pulsada Intensa”

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La piel del rostro, el cuello y el escote es la que más castigo sufre por el paso del tiempo y el efecto de los elementos. El tratamiento facial de luz pulsada intensa o IPL aplica, como su nombre indica, pulsaciones de luz de alta intensidad de entre 515 nm y 1200 nm, similares al láser, para conseguir una mejora visible del aspecto de esta. 

Su principal efecto resulta en la estimulación del fibroblasto cutáneo, activando la producción de elastina y colágeno. Esto consigue también potenciar la formación de nuevos vasos sanguíneos, permitiendo así una mayor irrigación y, por tanto, mejor oxigenación, aporte de nutrientes y regeneración natural de la piel, lo que resulta en un visible rejuvenecimiento y mejora de textura y aspecto. 

Resulta un tratamiento excepcional para la eliminación y reducción de manchas cutáneas, melasma, piel rosácea, cuperosis, acné, cicatrices y, en definitiva, para lograr un rejuvenecimiento facial

 

El tratamiento IPL consigue un rostro y escote más tensos, reafirmados y luminosos, con una mayor hidratación, en sesiones de 30 minutos. El resultado es visible de forma inmediata, pero por lo general serán necesarias varias sesiones para conseguir un efecto definitivo, con un descanso de entre 15 y 30 días entre ellas.

En algunos casos la IPL se utiliza incluso con fines de fotodepilación, siendo especialmente útil cuando se trata vello fino y claro sobre pieles de tonos oscuros. Es importante que, tanto un mes antes como después de la aplicación del tratamiento, el paciente se mantenga protegido de la exposición prolongada o intensa al sol o las radiaciones UVA, usando a diario crema de protección solar para que la piel se encuentre en las mejores condiciones ante el IPL.

El tratamiento con luz pulsada intensa no resulta en absoluto invasivo y es totalmente indoloro, sin necesidad de aplicación de anestesia.

 

 

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